viernes, 30 de diciembre de 2011

Final de Año

Ni el pormenor simbólico
de reemplazar un tres por un dos
ni esa metáfora baldía
... que convoca un lapso que muere
y otro que surge
ni el cumplimiento de un proceso astronómico
aturden y socavan
la altiplanicie de esta noche
y nos obligan a esperar
las doce irreparables campanadas.

La causa verdadera
es la sospecha general y borrosa
del enigma del Tiempo;
es el asombro ante el milagro
de que a despecho de infinitos azares,
de que a despecho de que somos
las gotas del río de Heráclito,
perdure algo en nosotros:
inmóvil.

Jorge Luis Borges

viernes, 23 de diciembre de 2011

De Rayuela, capítulo 3

Salir, hacer, poner al día, no eran cosas que ayudaran a dormirse. Poner al día, vaya expresión. Hacer. Hacer algo, hacer el bien, hacer pis, hacer tiempo, la acción en todas sus barajas. Pero detrás de toda acción había una protesta, porque todo hacer significaba salir de para llegar a, o mover algo para que estuviera aquí y no allí, o entrar en esa casa en vez de no entrar o entrar en la de al lado, es decir que en todo acto había la admisión de una carencia, de algo no hecho todavía y que era posible hacer, la protesta tácita frente a la continua evidencia de la falta, de la merma, de la parvedad del presente. Creer que la acción podía colmar, o que la suma de las acciones podía realmente equivaler a una vida digna de este nombre, era una ilusión de moralista. Valía más renunciar, porque la renuncia a la acción era la protesta misma y no su máscara. Oliveira encendió otro cigarrillo, y su mínimo hacer lo obligó a sonreírse irónicamente y a tomarse el pelo en el acto mismo. Poco le importaban los análisis superficiales, casi siempre viciados por la distracción y las trampas filológicas. Lo único cierto era el peso en la boca del estómago, la sospecha física de que algo no andaba bien, de que casi nunca había andado bien. No era ni siquiera un problema, sino haberse negado desde temprano a las mentiras colectivas o a la soledad rencorosa del que se pone a estudiar los isótopos radiactivos o la presidencia de Bartolomé Mitre. Si algo había elegido desde joven era no defenderse mediante la rápida y ansiosa acumulación de una «cultura», truco por excelencia de la clase media argentina para hurtar el cuerpo a la realidad nacional y a cualquier otra, y creerse a salvo del vacío que la rodeaba. Tal vez gracias a esa especie de fiaca sistemática, como la definía su camarada Traveler, se había librado de ingresar en ese orden fariseo (en el que militaban muchos amigos suyos, en general de buena fe porque la cosa era posible, había ejemplos), que esquivaba el fondo de los problemas mediante una especialización de cualquier orden, cuyo ejercicio confería irónicamente las más altas ejecutorias de argentinidad. Por lo demás le parecía tramposo y fácil mezclar problemas históricos como el ser argentino o esquimal, con problemas como el de la acción o la renuncia. Había vivido lo suficiente para sospechar eso que, pegado a las narices de cualquiera, se le escapa con la mayor frecuencia: el peso del sujeto en la noción del objeto. La Maga era de las pocas que no olvidaban jamás que la cara de un tipo influía siempre en la idea que pudiera hacerse del comunismo o la civilización cretomicénica, y que la forma de sus manos estaba presente en lo que su dueño pudiera sentir frente a Ghirlandaio o Dostoievski. Por eso Oliveira tendía a admitir que su grupo sanguíneo, el hecho de haber pasado la infancia rodeado de tíos majestuosos, unos amores contrariados en la adolescencia y una facilidad para la astenia podían ser factores de primer orden en su cosmovisión. Era clase media, era porteño, era colegio nacional, y esas cosas no se arreglan así nomás. Lo malo estaba en que a fuerza de temer la excesiva localización de los puntos de vista, había terminado por pesar y hasta aceptar demasiado el sí y el no de todo, a mirar desde el fiel los platillos de la balanza. En París todo le era Buenos Aires y viceversa; en lo más ahincado del amor padecía y acataba la pérdida y el olvido. Actitud perniciosamente cómoda y hasta fácil a poco que se volviera un reflejo y una técnica; la lucidez terrible del paralítico, la ceguera del atleta perfectamente estúpido. Se empieza a andar por la vida con el paso pachorriento del filósofo y del clochard, reduciendo cada vez más los gestos vitales al mero instinto de conservación, al ejercicio de una conciencia más atenta a no dejarse engañar que a aprehender la verdad. Quietismo laico, ataraxia moderada, atenta desatención. Lo importante para Oliveira era asistir sin desmayo al espectáculo de esa parcelación Tupac-Amarú, no incurrir en el pobre egocentrismo (criollicentrismo, suburcentrismo, cultucentrismo, folklocentrismo) que cotidianamente se proclamaba en torno a él bajo todas las formas posibles. A los diez años, una tarde de tíos y pontificantes homilías históricopolíticas a la sombra de unos paraísos, había manifestado tímidamente su primera reacción contra el tan hispanoitaloargentino «¡Se lo digo yo!», acompañado de un puñetazo rotundo que debía servir de ratificación iracunda. Glielo dico io! ¡Se lo digo yo, carajo! Ese yo, había alcanzado a pensar Oliveira, ¿qué valor probatorio tenía? El yo de los grandes, ¿qué omnisciencia conjugaba? A los quince años se había enterado del «sólo sé que no sé nada»; la cicuta concomitante le había parecido inevitable, no se desafía a la gente en esa forma, se lo digo yo. Más tarde le hizo gracia comprobar cómo en las formas superiores de cultura el peso de las autoridades y las influencias, la confianza que dan las buenas lecturas y la inteligencia, producían también su «se lo digo yo» finamente disimulado, incluso para el que lo profería: ahora se sucedían los «siempre he creído», «si de algo estoy seguro», «es evidente que», casi nunca compensados por una apreciación desapasionada del punto de vista opuesto. Como si la especie velara en el individuo para no dejarlo avanzar demasiado por el camino de la tolerancia, la duda inteligente, el vaivén sentimental. En un punto dado nacía el callo, la esclerosis, la definición: o negro o blanco, radical o conservador, homosexual o heterosexual, figurativo o abstracto, San Lorenzo o Boca Juniors, carne o verduras, los negocios o la poesía. Y estaba bien, porque la especie no podía fiarse de tipos como Oliveira; la carta de su hermano era exactamente la expresión de esa repulsa.

martes, 4 de octubre de 2011

No importa



No importa si te querés ir
No importa si estás
No importa si querés venir
No importa si vas

No importa la televisión
No importa la actriz
No importa la prostitución
No me importa a mí

Estamos juntos y en la prisión
No hay forma de salir
El mundo es un patio de prisión
¿a donde querés ir?

No importa la revolución
No importa Chopin
No importa lo que digas vos
No me importa él

Estamos juntos en la prisión
No hay forma de salir
El mundo es un patio de prisión
¿a donde querés ir?

No importa si te quieres ir
No importa si estás
No importa si querés venir
No me importa más

Estamos juntos, estamos juntos...
Estamos juntos en la prisión...

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Un poco de música para disfrutar la rabia.

domingo, 2 de octubre de 2011

Rondeles XVI

Amor, deliciosa mentira,
áspero amor, retórna, vén!
Tu pena es el único bien,
amor, deliciosa mentira...  


Mi corazón, ebrio, delira!
Mi corazón... tómalo!, tén!...
Amor, deliciosa mentira,
áspero amor, retórna, vén!


León de Grëiff 1923

viernes, 30 de septiembre de 2011

Si por el vicio me dejas




Si por el vicio, si por el vicio me dejas.
No se te olvide poner entre tus triques
los dos tomos de María Moliner
para que entiendas que el vacío no es tu ausencia
y que silvestre no es lo mismo que revueltas
vivir conmigo no es peor que estar contigo
pero te conozco mosco tanto que te desconozco.
No va más, no va más... 
Duermo sola, yo y mis huesos
duermo deteniendo el techo.
Si por el vicio, si por el vicio me dejas...
Toma tu horóscopo chino, tu tarot
tus lentejuelas, tu pijama y el I Ching,
para que ya no se te enreden las enaguas,
llegó el momento de cruzar las grandes aguas
yo ya no sé si fuiste tú, si fué el amor,
para el amor nunca hay razón
No va más, no va más.
Duermo sola yo y mis huesos
duermo deteniendo el techo...
Si por el vicio, si por el vicio me dejas...
Por lo que fué: brindaremos,
voy al súper y tú cierras la llavecita del gas,
dejame escrito algún adiós una receta
cuando regrese no te quiero ver la jeta
Será el olvido como un dulce de chayote
será cruel, no habrá reproche,
si te largas pero ya!

Liliana Felipe

sábado, 10 de septiembre de 2011

Esta mujer es una urna...

Esta mujer es una urna
llena de místico perfume,
como Annabel, como Ulalume...

Esta mujer es una urna.

Y para mi alma taciturna
por el dolor que la consume,
esta mujer es una urna
llena de místico perfume...!

León de Grëiff

lunes, 5 de septiembre de 2011

Las mejores palabras de amor están entre dos gentes que no se dicen nada.

Espero curarme de ti en unos días. Debo dejar de fumarte, de beberte, de pensarte. Es posible. Siguiendo las prescripciones de la moral en turno. Me receto tiempo, abstinencia, soledad.

¿Te parece bien que te quiera nada más una semana? No es mucho, ni es poco, es bastante. En una semana se puede reunir todas las palabras de amor que se han pronunciado sobre la tierra y se les puede prender fuego. Te voy a calentar con esa hoguera del amor quemado. Y también el silencio. Porque las mejores palabras del amor están entre dos gentes que no se dicen nada.

Hay que quemar también ese otro lenguaje lateral y subversivo del que ama. (Tú sabes cómo te digo que te quiero cuando digo: «qué calor hace», «dame agua», «¿sabes manejar?», «se hizo de noche»... Entre las gentes, a un lado de tus gentes y las mías, te he dicho «ya es tarde», y tú sabías que decía «te quiero»).

Una semana más para reunir todo el amor del tiempo. Para dártelo. Para que hagas con él lo que quieras: guardarlo, acariciarlo, tirarlo a la basura. No sirve, es cierto. Sólo quiero una semana para entender las cosas. Porque esto es muy parecido a estar saliendo de un manicomio para entrar a un panteón.

Jaime Sabines.
___
Es tan innecesario que yo te quiera. 

domingo, 28 de agosto de 2011

Así, sin pensar, tengo la tierra y el cielo

Acho tão natural que não se pense
Que me ponho a rir às vezes, sozinho,
Não sei bem de quê, mas é de qualquer cousa
Que tem que ver com haver gente que pensa ...
Que pensará o meu muro da minha sombra?
Pergunto-me às vezes isto até dar por mim
A perguntar-me cousas. . .
E então desagrado-me, e incomodo-me
Como se desse por mim com um pé dormente. . .


Que pensará isto de aquilo?
Nada pensa nada.
Terá a terra consciência das pedras e plantas que tem?
Se ela a tiver, que a tenha...
Que me importa isso a mim?
Se eu pensasse nessas cousas,
Deixaria de ver as árvores e as plantas
E deixava de ver a Terra,
Para ver só os meus pensamentos ...
Entristecia e ficava às escuras.
E assim, sem pensar tenho a Terra e o Céu.


Alberto Caeiro - O guardador de rebanhos...


Me parece tan natural que no se piense
que me pongo a reír a veces, solo,
no sé bien de qué, pero es de cualquier cosa
que tiene que ver con que exista gente que piensa.
¿Qué pensará mi muro de mi sombra?
Me pregunto esto hasta llegar a mí,
a preguntarme cosas...
y entonces me desagrado y me incomodo,
como si esto fuera para mí tener un pie entumecido.


¿Qué pensará esto de aquello?
Nada piensa nada.
¿Tendrá la tierra consciencia de las piedras y plantas que tiene?
Si la tuviera, que la tenga...
¿Qué me importa eso a mí?
Si yo pensase en esas cosas 
dejaría de ver los árboles y las plantas
y dejaría de ver la tierra, 
para ver sólo mis pensamientos.
Entristecería y quedaría a oscuras.
Y así, sin pensar, tengo la tierra y el cielo.

lunes, 4 de julio de 2011

Desordenando todo, dejando hablar al corazón



Todo lo que tengo
lo llevo a todas partes
y aunque no estés conmigo
no voy a mirar atrás.

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A veces me ocurre que siento que no soy yo el que ha actuado o dicho las cosas que hago o digo, como si algún fantasma de mi interior se apoderara de mí y tomara el control de mi palabra y mi voluntad. Cuando me siento actuar de esa forma pienso que tal vez soy yo el fantasma que usurpa la identidad de ese otro que habla, de ese otro que hace las cosas, y pienso que debería abandonar este cuerpo ya y dejarlo que viva su vida.

domingo, 3 de julio de 2011

Highway to hell


ACDC.-.Highway.To.Hell por DARKBENZIN

Yo todavía estoy buscando mi autopista al infierno...

sábado, 25 de junio de 2011

Estamos perdidos, que bueno está



Si te enamoras no te abandones
ni dejes de lado tu libertad;
entre las flores surgen montañas
y entre los barcos navega el mar.

Así quieres verlo si te enamoras
y dejas al viento tu libertad;
invoco en palabras alguna lluvia,
se aleja por siempre la humanidad.

Alud en tu cuerpo, salud al pasado,
hoy se abre la tierra nos quiere tragar;
el ritmo envasado, sequías de afecto,
la música nueva no ha de llegar.

Resiste al presente con tu guirnalda,
insiste en la búsqueda de un color;
no hay predestinados y olvido en la risa,
estamos perdidos, qué bueno está.

Pasáme las piernas, cuidá la cintura,
no veo en tu figura ningún final.
El aire en Mendoza fumando tranquilo,
ya sale otro micro hacia Tucumán.

No han sido los años, fueron nuestras manos
quienes descuidaron al niño humanidad;
si me demoro no te abandono
y si no regreso conmigo estás igual.

Ya nos besamos y eso es eterno,
cuando lo veas te asustarás;
si te enamoras no te abandones
ni dejes de lado tu libertad.

___
Una canción medio jipi, pero conviene aprenderse lo que dice, y procurar no olvidarlo, especialmente 'cuando llegue el amor y te calcine', como dice el poema de Darío Jaramillo... porque primero está tu soledad, y con junto con ella, tu libertad.

martes, 14 de junio de 2011

Adivinaré lo que piensas



Dejaré que la lluvia me moje,
poco a poco, eso no importa.
Dejaré que la lluvia me moje
poco a poco, poco a poco.

domingo, 12 de junio de 2011

Esa tiniebla eres tú

Darío Jaramillo Agudelo, Santa Rosa de Osos, 1947
Primero está la soledad.
En las entrañas y en el centro del alma:
ésta es la esencia, el dato básico, la única certeza;
que solamente tu respiración te acompaña,
que siempre bailarás con tu sombra, 
que esa tiniebla eres tú. 
Tu corazón, ese fruto perplejo, no tiene que agriarse con tu sino solitario; 
déjalo esperar sin esperanza
que el amor es un regalo que algún día llega por sí solo.
Pero primero está la soledad,
y tú estás solo,
tú estás solo con tu pecado original -contigo mismo-.
Acaso una noche, a las nueve, 
aparece el amor y todo estalla y algo se ilumina dentro de ti,
y te vuelves otro, menos amargo, más dichoso;
pero no olvides, especialmente entonces,
cuando llegue el amor y te calcine, 
que primero y siempre está tu soledad
y luego nada
y después, si ha de llegar, está el amor. 


Darío Jaramillo Agudelo
___
Algo de lo que leí el viernes, mientras iba para Calima, mientras recordaba a alguien a quien me gusta recordar. Es bueno eso de leer en movimiento, así se arruinen un poco los ojos. También es bueno recordar, descubrir, que existen poetas como Darío Jaramillo Agudielo, que te conocen de toda la vida, sin haber cruzado palabra con ellos. 

sábado, 11 de junio de 2011

Gusanear, del verbo tragar mucha agua



En mitad del Lago Calima, ayer, en un paseo con el Colegio. Fue un día bastante divertido. Montamos en la lancha de una estudiante, que tiene finca por allá, lancha y gusanito; nos varamos por gasolina y tocó inyectarla así desde un galón de reserva que siempre carga la lancha, como se ve en la foto, al fondo; luego montamos en el gusanito, que es un flotador grandísimo, de lona, en el que uno se monta y que es remolcado por la lancha a velocidaes supersónicas: la idea es no dejarse caer, pero siempre hay un momento en que el gusanito se da vuelta y sale uno volando por el aire o se revuelca en el lago, además la niña que manejaba la lancha está loca y nos hacía tomar unas curvas super maldadosas. Luego de tres gusaniadas dije no más y mejor manejé yo la lancha para que la estudiante se montara en su gusanito, y me desquité. En fin, fue un día bastante divertido, y con emociones fuertes. Creo que volveré al Calima Lake pronto.

jueves, 9 de junio de 2011

Estructura dramática


Como ella a veces me desbarata el discurso y me deja sin armas, yo tomo venganza desbaratando las películas que le gustan, con la ayuda de mis estudiantes. 

miércoles, 8 de junio de 2011

buen viento y buena mar

sábado, 4 de junio de 2011

Es-tu-día (con otro acento)



Que trabajos tan hermosos tiene la vida.


Acecha a la maldita de tu abuela, me aconsejo.
Soporta el sol y si es preciso acalámbrate
esperando a que la carcamala duerma
mientras oye novelones de radio
y discute con el malo.
Desátale el fajón de su camisola 
y amárrala al mecedor para que ojalá
no se suelte nunca.


Es tu día: jódete!


Quémate las pestañas en la luz de los recuerdos.
Apresúrate a comprar el último libro 
de ese viejo poeta que te obsesiona,
y ven rápido a tu escondirijo
a empuñar el bolígrafo y el cigarrillo.
Coloca la jarra de limonada en la mesa. 
Corre, ve y dile a la tristeza de antier
cuál era el color exacto del día en que murió tu padre.
Emborráchate de nostalgia,
empieza unverso.
Apúrate pendejo que por ahí, entre tus glándulas,
transita la vejez inerme.


(Raúl Gómez Jattin)


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A veces está bien escuchar imperativos con acento y cambiárselo luego.

lunes, 30 de mayo de 2011

Sal con una chica que no lee

(Por Charles Warnke)


Tomado de El Malpensante


Sal con una chica que no lee. Encuéntrala en medio de la fastidiosa mugre de un bar del medio oeste. Encuéntrala en medio del humo, del sudor de borracho y de las luces multicolores de una discoteca de lujo. Donde la encuentres, descúbrela sonriendo y asegúrate de que la sonrisa permanezca incluso cuando su interlocutor le haya quitado la mirada. Cautívala con trivialidades poco sentimentales; usa las típicas frases de conquista y ríe para tus adentros. Sácala a la calle cuando los bares y las discotecas hayan dado por concluida la velada; ignora el peso de la fatiga. Bésala bajo la lluvia y deja que la tenue luz de un farol de la calle los ilumine, así como has visto que ocurre en las películas. Haz un comentario sobre el poco significado que todo eso tiene. Llévatela a tu apartamento y despáchala luego de hacerle el amor. Tíratela.


Deja que la especie de contrato que sin darte cuenta has celebrado con ella se convierta poco a poco, incómodamente, en una relación. Descubre intereses y gustos comunes como el sushi o la música country, y construye un muro impenetrable alrededor de ellos. Haz del espacio común un espacio sagrado y regresa a él cada vez que el aire se torne pesado o las veladas parezcan demasiado largas. Háblale de cosas sin importancia y piensa poco. Deja que pasen los meses sin que te des cuenta. Proponle que se mude a vivir contigo y déjala que decore. Peléale por cosas insignificantes como que la maldita cortina de la ducha debe permanecer cerrada para que no se llene de ese maldito moho. Deja que pase un año sin que te des cuenta. Comienza a darte cuenta.


Concluye que probablemente deberían casarse porque de lo contrario habrías perdido mucho tiempo de tu vida. Invítala a cenar a un restaurante que se salga de tu presupuesto en el piso cuarenta y cinco de un edificio y asegúrate de que tenga una vista hermosa de la ciudad. Tímidamente pídele al mesero que le traiga la copa de champaña con el modesto anillo adentro. Apenas se dé cuenta, proponle matrimonio con todo el entusiasmo y la sinceridad de los que puedas hacer acopio. No te preocupes si sientes que tu corazón está a punto de atravesarte el pecho, y si no sientes nada, tampoco le des mucha importancia. Si hay aplausos, deja que terminen. Si llora, sonríe como si nunca hubieras estado tan feliz, y si no lo hace, igual sonríe.


Deja que pasen los años sin que te des cuenta. Construye una carrera en vez de conseguir un trabajo. Compra una casa y ten dos hermosos hijos. Trata de criarlos bien. Falla a menudo. Cae en una aburrida indiferencia y luego en una tristeza de la misma naturaleza. Sufre la típica crisis de los cincuenta. Envejece. Sorpréndete por tu falta de logros. En ocasiones siéntete satisfecho pero vacío y etéreo la mayor parte del tiempo. Durante las caminatas, ten la sensación de que nunca vas regresar, o de que el viento puede llevarte consigo. Contrae una enfermedad terminal. Muere, pero solo después de haberte dado cuenta de que la chica que no lee jamás hizo vibrar tu corazón con una pasión que tuviera significado; que nadie va a contar la historia de sus vidas, y que ella también morirá arrepentida porque nada provino nunca de su capacidad de amar.


Haz todas estas cosas, maldita sea, porque no hay nada peor que una chica que lee. Hazlo, te digo, porque una vida en el purgatorio es mejor que una en el infierno. Hazlo porque una chica que lee posee un vocabulario capaz de describir el descontento de una vida insatisfecha. Un vocabulario que analiza la belleza innata del mundo y la convierte en una alcanzable necesidad, en vez de algo maravilloso pero extraño a ti. Una chica que lee hace alarde de un vocabulario que puede identificar lo espacioso y desalmado de la retórica de quien no puede amarla, y la inarticulación causada por el desespero del que la ama en demasía. Un vocabulario, maldita sea, que hace de mi sofística vacía un truco barato.


Hazlo porque la chica que lee entiende de sintaxis. La literatura le ha enseñado que los momentos de ternura llegan en intervalos esporádicos pero predecibles y que la vida no es plana. Sabe y exige, como corresponde, que el flujo de la vida venga con una corriente de decepción. Una chica que ha leído sobre las reglas de la sintaxis conoce las pausas irregulares –la vacilación en la respiración– que acompañan a la mentira. Sabe cuál es la diferencia entre un episodio de rabia aislado y los hábitos a los que se aferra alguien cuyo amargo cinismo countinuará, sin razón y sin propósito, después de que ella haya empacado sus maletas y pronunciado un inseguro adiós. Tiene claro que en su vida no seré más que unos puntos suspensivos y no una etapa, y por eso sigue su camino, porque la sintaxis le permite reconocer el ritmo y la cadencia de una vida bien vivida.


Sal con una chica que no lee porque la que sí lo hace sabe de la importancia de la trama y puede rastrear los límites del prólogo y los agudos picos del clímax; los siente en la piel. Será paciente en caso de que haya pausas o intermedios, e intentará acelerar el desenlace. Pero sobre todo, la chica que lee conoce el inevitable significado de un final y se siente cómoda en ellos, pues se ha despedido ya de miles de héroes con apenas una pizca de tristeza.


No salgas con una chica que lee porque ellas han aprendido a contar historias. Tú con la Joyce, con la Nabokov, con la Woolf; tú en una biblioteca, o parado en la estación del metro, tal vez sentado en la mesa de la esquina de un café, o mirando por la ventana de tu cuarto. Tú, el que me ha hecho la vida tan difícil. La lectora se ha convertido en una espectadora más de su vida y la ha llenado de significado. Insiste en que la narrativa de su historia es magnífica, variada, completa; en que los personajes secundarios son coloridos y el estilo atrevido. Tú, la chica que lee, me hace querer ser todo lo que no soy. Pero soy débil y te fallaré porque tú has soñado, como corresponde, con alguien mejor que yo y no aceptarás la vida que te describí al comienzo de este escrito. No te resignarás a vivir sin pasión, sin perfección, a llevar una vida que no sea digna de ser narrada. Por eso, largo de aquí, chica que lee; coge el siguiente tren que te lleve al sur y llévate a tu Hemingway contigo. Te odio, de verdad te odio.


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Amar a una filóloga ha sido el infierno, y yo he sido feliz en el infierno, aunque al final no haya quedado más que un pequeño, dulce y amoroso odio. Pienso que el que escribió este texto me estuvo espiando durante tres años.

domingo, 1 de mayo de 2011

yo opino que el amor es un estado mental ¿ ud que opina acerca de ese tema?

El amor es un discurso, tu concepción de él depende de los cruces ideológico-discursivos que te atraviesen la cabeza, de tu historia psíquica, de tu líbido y tus deseos insatisfechos, de los traumas que conserves de la infancia y la adolescencia. Probablemente uno quiera o necesite amar a la madre, buscar una figura paterna, reelaborar la historia que no pudo concretar con una ex... y a eso le llame amor cuando se lo proyecta a cualquier aparecida... más o menos eso es el amor.

pregúntame lo que quieras, prometo ser sincero aunque no diga la verdad

jueves, 28 de abril de 2011

'El amor se produce cuando se acaricia una textura, cuando con las manos o con la boca se relata. La boca acaricia con relatos, provoca texturas aquí o allá. Y en las texturas se puede leer. Pero casi nadie sabe leer'

miércoles, 20 de abril de 2011

'If I was twice the man I could be. I'd still be half of what you need'

sábado, 16 de abril de 2011

She is a very kinky girl


that girl is pretty wild now
(the girl's a super freak)
the kind of girl you read about
(in new-wave magazine)
that girl is pretty kinky
(the girl's a super freak)
I really love to taste her
(every time we meet)
she's all right, she's all right
that girl's all right with me, yeah
(she's a super freak, super freak)
she's super-freaky...
Super freak, super freak...

martes, 12 de abril de 2011

Yo, sin ninguna ironía

Soy yo, sin ninguna ironía, sin disgusto alguno, alegre por no sentir ni siquiera alegría, menos ser lo que es y estar donde está, así hace quien no más desea o sabe que más no puede tener, por eso sólo quiere lo que era suyo, todo en definitiva.

José Saramago, El año de la muerte de Ricardo Reis

lunes, 11 de abril de 2011

Cuando estuve en el mar era marino....


Cuando estuve en el mar era marino
este dolor sin prisas.
Dame ahora tu boca:
me la quiero comer con tu sonrisa.

Cuando estuve en el cielo era celeste
este dolor urgente.
Dame ahora tu alma:
quiero clavarle el diente.

No me des nada, amor, no me des nada:
yo te tomo en el viento,
te tomo del arroyo de la sombra,
del giro de la luz y del silencio,

de la piel de las cosas
y de la sangre con que subo al tiempo.
Tú eres un surtidor aunque no quieras
y yo soy el sediento.

No me hables, si quieres, no me toques,
no me conozcas más, yo ya no existo.
Yo soy sólo la vida que te acosa
y tú eres la muerte que resisto.

Jaime Sabines

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GRACIAS :)

viernes, 8 de abril de 2011

Sobre la figura del autor y sus derechos

Pregunta de @fibonacciprower sobre derechos de autor y patentes [ http://ewey.co/B1008#comments ]: ¿por qué tengo el derecho de hacer mi negocio así, y obligar a los demás a seguirlo? (como discusión a un post de @chlewey en su blog)

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Una ley no se escribe en una hoja en blanco. El derecho lo que hace es modificar otras leyes, o legislar al rededor de prácticas existentes, pero su creación y su aporte no pueden partir de cero, siempre hay un antecedente, ya sea jurídico o fáctico.

La autoría es una función discursiva en un universo normativo donde discurso y poder son fuerzas interdependientes. La función de autor refiere un modo de existencia, circulación y operación de los discursos en una sociedad, que varía según contextos históricos, y que pone en relación el concepto de autoría con los conceptos de obra y firma. La función de autor se define al estudiar las modalidades de existencia de los discursos, las formas de circulación, atribución, apropiación, etc., y la manera en que estas modalidades se articulan con relaciones sociales concretas. De esta manera, decir que un escrito es de un autor es rescatarlo de la palabra anónima e indiferente, también de la carta privada y de otros espacios reservados a la expresión fugaz, es situarlo en una posición o estatuto que está fuera y dentro del texto, en el límite de los textos, por cuanto a la vez que unifica una obra, que él ha creado, depende por entero de ella, puesto que es la obra la que construye al autor, que fuera de ella, de ese conjunto de textos que lo singularizan, es sólo un ente de razón o una persona no tenida en cuenta. (cfr. J. M. Pozuelo Yvancos en Poética de la ficción y a M. Focault en ¿Qué es un autor? http://www.henciclopedia.org.uy/autores/Foucault/Autor.html)

La autoría permite la existencia del individuo a partir de su obra. Es el reconocimiento social de lo que el ser humano hace, de su testimonio de la existencia. Pero esto no se da en la mera abstracción de la vida espiritual humana sino en una sociedad que tiene un devenir material inobjetable. Tal vez no sea el autor quien deba controlar su obra, pues el autor mismo es una creación producida por la forma en que circulan los discursos en la sociedad actual. En la antigua Grecia el autor no importaba demasiado, al punto de que ahora no sabemos si La Iliada y la Odisea fueron escritas por el mismo Homero. Quiero decir: la fama de los hombres es creada socialmente a partir de la forma en que son apropiadas sus obras en un campo de producción socioeconómico. Es natural que un autor -por vanidad o por interés económico-, quiera controlar el destino de su obra, su nombre y su creación, porque si tiene la suerte de pasar a la posteridad es quizás eso lo único que quedará de su corta existencia, pero también es cierto que quien finalmente determina estas cosas es el azar de la historia.

Ahora: para que un autor exista es necesario que se convierta en una figura pública a partir de la unidad que le brinda su obra, no olvidemos que es su obra la que lo construye, y su obra sólo adquiere existencia en tanto circula por una comunidad receptora. La ley trata de regular la forma en que circulan los discursos, las obras, en función de las pugnas entre poderes en una sociedad, pero es realmente el conglomerado social el que en la praxis determina estas formas. Por eso cualquier ley que pretenda condicional las prácticas que históricamente se han construido, se han modificado, se están modificando y se modificarán, está destinada al fracaso, a ser evadida y finalmente a tornarse obsoleta. De la misma manera la función de autor existe ahora como una práctica social de circulación y apropiación de las obras, pero no es necesario que sea así siempre porque tampoco ha sido siempre de esa forma.

En este marco de interpretación: el autor puede pretender controlar su obra, como ideal, como "deber ser", pero siempre estará en conflicto con los poderes de la sociedad, tanto el poder con el que puede intentar establecer alianzas para controlar su lucro económico, como por el poder de una sociedad que construye y modifica sus prácticas constantemente. Y también: el autor es más autor en tanto es más tenido en cuenta, es decir, en tanto su obra es conocida por un mayor número de personas que le atribuyen esa autor-idad sobre su creación. Por eso la discusión tal vez sea más conveniente darla sobre los mecanismos que permiten la construcción de esa autoridad que sobre la legitimidad que pueda tener el autor sobre el control de su creación.

pregúntame lo que quieras, prometo ser sincero aunque no diga la verdad

jueves, 7 de abril de 2011

Describa el abrazo perfecto.

Esta frase está genial para una consigna de ejercicio de escritura. El algún momento la usaré.

El olor es importantísimo, porque para la perfección de un abrazo hay que cerrar los ojos y cuando se cierran los ojos llegan al olfato muchas cosas que no se pueden sentir con los ojos abiertos; son mejores las mezclas de aromas suaves, digamos, algo de shampoo, un perfume y una brizna de aliento. Un abrazo amoroso es más adecuado, porque creer en la perfección sólo es posible bajo la ceguera que produce el amor. Es preferible que sea con una chica que sea más pequeña que uno para que se pueda instalar sin mayores contratiempos sobre el pecho, pero si es más grande o de igual tamaño no importa, siempre se encuentran formas de acomodar los cuerpos. A mí me gusta particularmente la combinación que acabo de señalar. En cuanto al sonido pienso que no es imprescindible la música, basta una cantidad de silencio entre los dos cuerpos que sea suficiente para escuchar las respiraciones, las inflexiones de la garganta, los latidos del corazón. Un ruido ambiente lejano de ciudad cosmopólita, de ventisca en el campo, o de olas estrellándose contra las rocas estaría bien para acompañar y complementar la parte auditiva. El tiempo es una variable importantísima, su duración debe estar por los 3 minutos con 17 segundos.

Y en fin, podría pasarme la noche escribiendo camelos como el anterior párrafo, que no diría lo que es fundamental. A lo mejor baste con estar convencido de que ese abrazo es perfecto. A lo mejor simplemente se abraza sin saberlo, de la perfección de ese acto, y es sólo cuando lo reconstruye la memoria cuando se advierte, porque como escribió Saramago en una novela dedicada a Lisboa y a Fernando Pessoa: "sólo los ojos del recuerdo pueden ser agudos como los del gavilán". Pero también es probable que no existan ese tipo de abrazos, es lo más plausible, teniendo en cuenta lo imperfectos que somos. A lo mejor a la perfección del abrazo recordado se le olvide la picazón de un mosquito en la mano, o esa piquña enla cabeza que mejor se soporta porque no voy a dejar de abrazar para rascarme la cabeza. Entonces, nunca se sabe. El abrazo perfecto sólo existe en cada una de sus invenciones y reinvenciones, en el juego desfigurador de la memoria.

pregúntame lo que quieras, prometo ser sincero aunque no diga la verdad

sábado, 26 de marzo de 2011

Balada en honor de las musas de carne y hueso

A Gregorio Martínez Sierra

Nada mejor para cantar la vida,
y aún para dar sonrisas a la muerte,
que la áurea copa en donde Venus vierte
la esencia azul de su viña encendida.
Por respirar los perfumes de Armida
y por sorber el vino de su beso,
vino de ardor, de beso, de embeleso,
fuérase al cielo en la bestia de Orlando,
¡voz de oro y miel para decir cantando:
la mejor musa es la de carne y hueso!

Cabellos largos en la buhardilla,
noches de insomnio al blancor del invierno,
pan de dolor con la sal de lo eterno
y ojos de ardor en que Juvencio brilla;
el tiempo en vano mueve su cuchilla,
el hilo de oro permanece ileso;
visión de gloria para el libro impreso
que en sueños va como una mariposa
y una esperanza en la boca de rosa.
¡La mejor musa es la de carne y hueso!

Regio automóvil, regia cetrería,
borla y mucera, heráldica fortuna,
nada son como a la luz de la luna
una mujer hecha una melodía.
Barca de amar busca la fantasía,
no el yatch de Alfonso o la barca de Creso.
Da al cuerpo llama y fortifica el seso
ese archivado y vital paraíso;
pasad de largo, Abelardo y Narciso.
¡La mejor musa es la de carne y hueso!

Clío está en esta frente hecha de Aurora,
Euterpe canta en esta lengua fina,
Talía ríe en la boca divina,
Melpómene es ese gesto que implora;
en estos pies Terpsícore se adora,
cuello inclinado es de Erato embeleso,
Polymnia intenta a Calíope proceso
por esos ojos en que Amor se quema.
Urania rige todo ese sistema.
¡La mejor musa es la de carne y hueso!

No protestéis con celo protestante,
contra el panal de rosas y claveles
en que Tiziano moja sus pinceles
y gusta el cielo de Beatrice el Dante.
Por eso existe el verso de diamante,
por eso el iris tiéndese y por eso
humano genio es celeste progreso.
Líricos cantan y meditan sabios:
por esos pechos y por esos labios.
¡La mejor musa es la de carne y hueso!

ENVÍO: 1.907

Gregorio: nada al cantor determina
como el gentil estímulo del beso.
Gloria al sabor de la boca divina.
¡La mejor musa es la de carne y hueso!


Rubén Darío

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Rubendariaco así, no azul.

Lo fatal

Dichoso el árbol, que es apenas sensitivo,
y más la piedra dura porque ésa ya no siente,
pues no hay dolor más grande que el dolor de ser vivo
ni mayor pesadumbre que la vida consciente.

Ser, y no saber nada, y ser sin rumbo cierto,
y el temor de haber sido y un futuro terror...
¡Y el espanto seguro de estar mañana muerto,
y sufrir por la vida y por la sombra y por

lo que no conocemos y apenas sospechamos,
y la carne que tienta con sus frescos racimos,
y la tumba que aguarda con sus fúnebres ramos
y no saber adónde vamos,
ni de dónde venimos!...

Rubén Darío

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Desperté con este poema en la cabeza. Ojalá no sea una anunciación de la providencia, lo bueno es que por éste llego a la Letanía a nuestro Señor Don Quijote, y si es la providencia la que habla, con la Letanía la evado :)

viernes, 25 de marzo de 2011

Ilusiones ópticas


Las últimas teorías psicoanalíticas sobre la formación de la identidad debaten cuál es la mejor manera de concebir el mecanismo de identificación. Jacques Lacan, en su explicación de lo que denomina 'el estadio de espejo', emplaza el origen de la identidad en el momento en que el niño se identifica con su imagen en el espejo, percibiéndose como un todo, como lo que quiere ser. El yo es constituido por el reflejo que nos vuelve: por el espejo, por la madre y en las relaciones sociales por los otros en general. La identidad es producto de una serie de identificaciones parciales que nunca se completan. En última instancia, el psicoanálisis corrobora la lección que se podría extraer de las novelas más serias y celebradas: que la identidad es un fracaso; que nuestro convertirnos en hombre o mujer no llega a término felíz; que la interiorización de normas sociales (que según la sociología, sucede uniforme e inexorablemente) encuentra siempre resistencia y al final no funciona: no llegamos a ser quien se supone que somos.

Tomado de: Breve Introducción a la Teoría Literaria, Jonathan Culler.

domingo, 20 de marzo de 2011

Divagación nocturna

Riela en mi alma tu recuerdo
como la luna sobre el mar...

En el silencio de mis noches
oigo tu voz aletear,
tu voz que me dice muy paso
que no me quieres olvidar...

En el silencio de mis noches,
-como la luna sobre el mar-
riela en mi alma tu recuerdo...

Veo el undívago vibrar
de las estrellas, en tus ojos...

Me embriaga el cálido aromar
de tu melena tenebrosa...
Tu frente, -un milagro lunar-
trasluce los puros anhelos
de tu querer, de tu ensoñar.

Se van mis horas solitarias
tras tu recuerdo, en un girar
de sueño y sueños ilusos...
(No los podremos realizar?...)

Melancólico ensueño ilusorio
que justifica el vegetar
del ánima mía soberbia,
de mi espíritu singular...
Melancólico ensueño ilusorio...
(no lo podremos realizar...?)

Riela en mi alma tu recuerdo...
Siento en mi boca palpitar
el beso trémulo y perenne
con que nos hemos de besar...
miro en tus ojos de misterio
-como si fueran a llorar...-
todo el poema de la vida
que no pudimos realizar...
En tu nocturna cabellera
-nardos y lirios y azahar-
aspiro todos los perfumes
con que quisiera aletargar
mi quimérica pantomima
de soñar y soñar y soñar!
Está en tu grácil cuerpo fino
toda la euritmia del rimar...
Son tus manos palidecidad
-parece que fuera a nevar...-,
tus manos, lánguidas y breves,
pareja de lirios sin par!
Tus manos, que bendijeron
con su perdón, mi divagar
por arduos caminos oscuros
y muelles sendas del pescar...

Riela en mi alma tu recuerdo
como la luna sobre el mar...
En el silencio de mis noches
oigo tu voz aletear...,
tu voz, que me dice muy paso
que no me quieren olvidar!

Siento en mi frente ensombrecida
tus manos cándidas posar...
Siento en mi ardida frente gélida
el balsámico palpitar
de tus labios, que borran culpas
y que me quieren perdonar...

¡Melancólico ensueño ilusorio
de mi incoherente divagar!
Fantasía disparatada
de mi espíritu singular!
Delirio ingenuo que se trueca
-irónico y duro- en pesar...
¡Melancólico ensueño ilusorio
que no podremos realizar...!

Riela en mi alma tu recuerdo
como la luna sobre el mar...!

León de Greiff

Canción ligera

Me quedas tú, y me donas tu alegría
con el dolor, y tu miel deleitable
con el acerbo aloe.
Me quedas tú, y la luz que tu alma cría
dentro la tenebrura inenarrable
de mi yo solitario:

Siempre loe
tu don ilusionario.

Me quedas tú, y el claro sortilegio
de tus ojos rïentes: con su hechizo
mi soledad se puebla.

Me quedas tú, y tu risa, cuyo arpegio
me embriaga, y tu tesoro de oro cobrizo
solaz del alma sola:

La gris niebla
tu regalo aureola.

Me quedas tú, y el filtro que tu ardida
boca frutal, sombreada, en mis febriles
resecos labios vierte.

Me quedas tú, la ingenua enardecida,
me quedas tú, la experta, de sutiles
tácticas retrecheras:

Vida. Muerte.
Lo que quieras.

León de Greiff.

sábado, 29 de enero de 2011

coronita de espinas y rosas






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Sufro tu adolescencia como una insolencia que disfruta volviéndome loco. No seas hija de puta: si me das jaque mate, me enroco.

miércoles, 26 de enero de 2011

no soy población

'Yo, Achrás, no soy real, soy una creación, ¿me entienden? No pertenezco al mundo real, ¿me entienden? Es decir: NO-SOY-POBLACIÓN'

domingo, 23 de enero de 2011

tiemblo y tiemblo, mi amor... escalofrío y sudor



'a veces lo que más duele resulta ser lo mejor'

sábado, 22 de enero de 2011

acábate dil diunavé

martes, 18 de enero de 2011

'tu sonrisa inolvidable me hizo tanto, tanto bien'

domingo, 16 de enero de 2011

rosas muertas brotan de mi corazón...



'y aquí vengo para eso, a borrar antiguos besos en los labios de otras bocas'