sábado, 11 de septiembre de 2010

receta de mujer

[Vinicius de Moraes]

Las muy feas que me perdonen
Mas la belleza es fundamental.
Es preciso que haya en todo eso algo de flor,
algo de baile, algo de haute couture
en todo eso (o si no
que la mujer se socialice elegantemente en azul como en la República Popular China).
No hay término medio posible. Es preciso
que todo eso sea bello. Es preciso que de pronto
se tenga la impresión de ver una garza apenas posada y que un rostro
de vez en cuando adquiera ese color único del tercer minuto de la aurora.
Es preciso que todo eso sea sin ser, pero que se refleje y florezca
en el mirar del hombre. Es preciso, es absolutamente preciso,
que sea todo bello e inesperado. Es preciso que unos párpados cerrados
recuerden un verso de Eluard y que en unos brazos se acaricie
algo más allá de la carne: que se los toque
como el ámbar de una tarde. Ah, déjenme decir
que es preciso que la mujer que está allí como la corola ante el pájaro
sea bella o tenga por lo menos un rostro que recuerde un templo y
sea leve como un resto de nube: mas que sea una nube
con ojos y nalgas. Lo de las nalgas es importantísimo. De los ojos, entonces,
ni decirlo: que miren con cierta maldad inocente. Una boca
fresca (nunca húmeda) es también de extrema pertinencia.
Es preciso que las extremidades sean flacas; que unos huesos
sobresalgan, especialmente la rótula en el cruzar de piernas, y las puntas pélvicas
cuando se enlaza una cintura ondeante.
Gravísimo es sin embargo el problema de los huesos claviculares: una mujer sin ellos
es como un río sin puentes, Indispensable
que haya una hipótesis de barriguita, y en seguida
la mujer se alce en cáliz, y que sus senos
sean una expresión greco romana, más que gótica o barroca,
y puedan ilumniar la oscuridad con una potencia mínima de 5 bujías.
Es muy menester que calavera y columna vertebral
casi se muestren; y que exista un gran latifundio dorsal!
Que los miembros terminen como tallos, y bien haya un cierto volumen de muslos
y que sean lisos, lisos como pétalo y cubiertos de suavísima pelusa;
sensibles, sin embargo, a la caricia o contrapelo.
Es aconsejable en la axila una dulce gramilla con aroma propio
casi imperceptible (un mínimo de productos farmacéuticos!)
Preferibles sin duda los pescuezos largos,
de modo que la cabeza dé a veces la impresión
de ser ajena al cuerpo, y la mujer no recuerde
flores sin misterio. Pies y manos deben contener elementos góticos,
discretos. La piel debe ser fresca en las manos, brazos, dorso y rostro,
pero que las concavidades y los huecos tengan una temperatura nunca inferior
a los 37 grados, pudiendo eventualmente provocar quemaduras
de primer grado. Los ojos, que sean de preferencia grandes
y su rotación al menos tan lenta como la de la tierra; y
que estén siempre más allá de un invisible muro de pasión
que es preciso traspasar. Que la mujer sea en principio alta
o, si baja, que tenga la actitud mental de las altas cumbres.
Ah, que la mujer dé siempre la impresión de que, si cerráramos los ojos
al abrirlos ella ya no estaría presente
con su sonrisa y sus enredos. Que ella surja, no que venga; que parta, no que se vaya,
y que posea una cierta capacidad de enmudecer súbitamente y hacernos beber
la hiel de la duda. Oh, sobre todo
que no pierda nunca, no importa en qué modo,
no importa en qué circunstancias, su infinita volubilidad
de pájaro; y que acariciada en el fondo de sí misma
se transforma en fiera sin perder su gracia de ave; y que exhale siempre
el perfume imposible; y destile siempre
la embriagadora miel; y cante siempre el inaudible canto
de su combustión; y no deje de ser nunca la eterna bailarina
de lo efímero; y en su incalculable imperfección
constituya la cosa más bella y más perfecta de toda la
creación innumerable.

Vinicius de Moraes
Receta de mujer y otros poemas (1960)

6 comentarios:

  1. «No se me importa un pito que las mujeres
    tengan los senos como magnolias o como pasas de higo; un cutis de durazno o de papel de lija...»

    Poema completo en [http://bit.ly/alIH3g]

    La única receta importante es la que se necesita para "cocinar" un buen par de alas.

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  2. entre Girondo y Vinicius prefiero las imágenes de Vinicius... pero tenés razón en lo ideológico, el poema de Vinicius es un hermoso poema a la belleza superficial...

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  3. Yo no tengo un favorito entre los dos, fue sólo una contestación.
    Lo estético también importa, pero importa más volar.

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  4. yo hoy a la madrugada había escrito a la señorita carolinarayadepisonoventayuno que estoy completamente de acurdo con ella, que si, que lo importante es volar, si no saben volar... :)

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  5. Vinicius é um grandíssimo poeta, um pouco esquecido por causa de seu engajamento na MPB, ode também foi grande. Beijo!

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  6. eu acho igual... as pessoas tem a Vinicius como músico, mais nao como poeta.. e é muito bom!!

    Obrigado por seu comentario..

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